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Perú (país latinoamericano, lo conocéis); Lima (capital y provincia de Perú, lo conocéis). Ahora os voy a presentar Comas, uno de los 43 distritos que conforman la provincia de Lima. Comas forma parte del cono norte de Lima, porque como su propio nombre indica está al norte. ((El término Cono Norte fue acuñado para distinguir los ejes de crecimiento urbano de Lima Metropolitana y los lugares donde se concentraban las poblaciones de pobreza y pobreza extrema de la capital)).
Comas nació de las primeras invasiones organizadas que comenzaron a poblar la periferia de Lima Metropolitana en forma de asentamientos. Los pobladores, en su mayoría, eran emigrantes de provincias. Actualmente supera el medio millón de habitantes.
Así se fueron creando los denominados “pueblos jóvenes”, uno de los cuales es Collique.

En Collique se concentra casi la tercera parte de la población total de Comas. Está dividido en 8 zonas. Imaginaros una pirámide, divididla en 8 partes desde la base hasta el vértice y eso sería Collique, cada parte representa una zona. La primera, la base, la de abajo, es la más amplia, porque tiene más recursos, está mejor organizada, tiene luz, agua y las pistas asfaltadas. Poco a poco subimos, la pirámide se estrecha, los beneficios y recursos también. Llegamos a la octava, la última, la más alta, la más inaccesible. No hay agua (salvo si la cargas desde abajo), apenas hay luz (salvo que hagas trato con los poquísimos vecinos que tienen), no hay pistas (salvo un camino de piedras que simulan ser escalones o las nuevas escaleras amarillas del estoyentodaspartes o yohehechotodo que parecen llegar al paraíso).
El espacio no es un problema, hay para todos. Basta con quemar la piedra de la accidentada montaña, alisar el terreno, poner cuatro paredes de material prefabricado, meter una cama y una especie de cocina, tener un cubo como cuarto de baño y decir ya estoy aquí, este es mi terreno, mío.
Quien vive ahí es por algo, quien decide construir allí su hogar también. Cómo viven sólo lo saben ellos y todos los que nos dignamos a subir y visitarlos. Las causas, en cambio, sabemos todos toditos cuáles son, los modos y formas de solucionarlo nos los podemos imaginar. Sin embargo, la voluntad para cambiar las cosas le corresponde a unos pocos y parece que no la tiene casi ninguno. Política señores/as, de eso estamos hablando.

Es en Collique donde se ubica la Asociación Pro Desarrollo Humano (APDH), la contraparte en la que soy una joven cooperante. Y es APDH una de las organizaciones que se ha otorgado esa voluntad de cambiar, aunque a duras penas pueda, pero está ahí, a ella no le tienen que votar, pero está y se queda.